Dom. Abr 28th, 2024

    Cada clic en el navegador está sujeto a algún tipo de escrutinio, bien por unas inocentes cookies o por una trazabilidad por parte de terceros que esconden otros intereses. De una u otra manera, nuestra privacidad puede estar en juego. ¿Podemos adoptar medidas de protección que garanticen cierto anonimato en las sesiones de navegación en la red? Los navegadores incorporan modos incógnitos, aunque no ofrecen toda la privacidad que se les presupone.

    Navegar sin las debidas precauciones permite que las cookies y otros rastreadores recopilen una cantidad significativa de datos personales. Estos datos, que se recogen a menudo sin un consentimiento claro, pueden ser usados para crear perfiles detallados, dirigir publicidad específica o, en el peor de los casos, ser vendidos a terceros.

    La falta de protección en la navegación nos expone a que nuestros datos sean interceptados, especialmente en redes wifi públicas, donde un ciberdelincuente podría espiar nuestra actividad y capturar información crítica. Incluso en una red privada, sin las configuraciones de seguridad adecuadas, los proveedores de servicios de internet pueden rastrear y registrar nuestra actividad. “Si usamos una red wifi pública, la información de nuestra navegación podría ser accesible por terceros con acceso a esa misma red”, recuerda Fernando Suárez, presidente del Consejo de Colegios en Ingeniería Informática de España, quien alerta asimismo de la limitada seguridad que ofrecen los llamados modos incógnito.

    ¿En qué consisten exactamente? El modo incógnito en Chrome y el modo privado en Safari son funcionalidades diseñadas para proporcionar una capa de privacidad a los usuarios durante su navegación web. No obstante, es importante destacar que estas modalidades tienen sus límites y no ofrecen una invisibilidad total en la red. “La navegación privada puede crear una falsa sensación de seguridad, pues no nos protege de virus ni custodia los datos que compartimos en dicha navegación, como contraseñas o información bancaria. Debemos ser conscientes de que la privacidad ofrecida por el modo incógnito solo afecta al equipo desde el que navegamos, mientras que la información compartida con nuestro proveedor de internet queda almacenada en este”, aclara Suárez.

    ¿Cómo funciona el modo privado en los principales navegadores?

    Al activar el modo incógnito en Chrome, se evita que el historial de navegación, las cookies y los datos de las sesiones queden almacenados en el dispositivo. Sin embargo, esta privacidad es parcial, ya que elementos externos como proveedores de servicios de internet, administradores de redes y los propios sitios web todavía tienen la capacidad de monitorear tus actividades. Además, si durante esta navegación el usuario accede a su cuenta de Google, la compañía podrá vincular esa actividad de navegación a su perfil personal, integrándola al historial.

    De manera similar, el modo privado en Safari impide el almacenamiento local del historial de búsqueda y de los datos de sesión, pero no hace que la sesión sea totalmente invisible en la web. Los proveedores de internet y los administradores de redes podrán seguir teniendo acceso a la actividad en la red. Es más, si se utiliza iCloud en la sincronización entre dispositivos, el historial de navegación en modo privado puede estar disponible en otros dispositivos vinculados a la misma cuenta de iCloud, a pesar de no almacenarse directamente en tu navegador.

    En ambos navegadores, la dirección IP y otros datos de navegación siguen siendo susceptibles de seguimiento por parte de sitios web y terceros, revelando información que muchos usuarios preferirían mantener en reserva. Por lo tanto, si bien el modo incógnito y el modo privado son herramientas eficaces para evitar el seguimiento por parte de otros usuarios que usen ese mismo ordenador o dispositivo móvil, no son soluciones definitivas para garantizar la privacidad en internet.

    Para reforzar esta protección, es aconsejable complementar estas funciones con estrategias de seguridad adicionales: la utilización de las VPN (que cifran la conexión a internet y ocultan la dirección IP), junto con la instalación de extensiones de navegador para bloquear rastreadores, son medidas eficaces que contribuyen a establecer un entorno de navegación más seguro y anónimo.

    Cómo garantizar una navegación segura

    Los expertos recomiendan el empleo de servicios de VPN para asegurar que toda la actividad en la navegación viaja cifrada y es inaccesible, incluso hasta para nuestro proveedor de internet: “El uso de una VPN es altamente recomendable para asegurar que nuestra información no sea accesible por terceros o fuera de los límites de nuestro equipo, ofreciendo una capa de seguridad más allá de la navegación privada tradicional”, explica Suárez, quien aclara que su uso debe ser “obligatorio” en redes públicas, si se quiere garantizar un mínimo de seguridad y privacidad.

    Además de esto, los usuarios deben asegurarse de:

    1. Instalar actualizaciones —mantener el navegador y el sistema operativo al día, siempre actualizados a la última versión—, configurar el navegador para que fuerce la versión segura de los sitios web y aprovechar las funciones de navegación privada para evitar el rastreo y el almacenamiento local de información.
    2. Usar las extensiones externas con precaución: conviene seleccionar con cuidado las extensiones, priorizando aquellas de desarrolladores de confianza. Algunas de las más populares que mejoran la seguridad son uBlock Origin (bloquea rastreadores de manera eficiente), LastPass o 1Password (gestores de contraseñas robustos), Privacy Badger (controla quién recopila tus datos en línea) y NoScript o ScriptSafe (protegen contra scripts maliciosos).

    En definitiva, la privacidad y la seguridad en nuestras sesiones en internet se garantizan combinando varios elementos: primero, asegurándose la última versión del navegador (los desarrolladores trabajan de forma constante en parchear posibles vulnerabilidades); luego, seleccionando extensiones de desarrolladores fiables que bloqueen rastreadores y software malicioso; y por último, la medida más efectiva, el uso de servicios VPN.

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