En un hotel de San José, en el corazón de Silicon Valley (California, EE UU), AMD ha presentado la próxima pieza de la revolución de la inteligencia artificial, entre juegos de luces y aplausos eufóricos. Se trata del MI300, un acelerador que cabe en la palma de una mano y que la compañía californiana asegura podrá ejecutar software de inteligencia artificial más rápido que cualquier producto actualmente en el mercado. “Quizás a esta altura estemos ya cansados de escuchar hablar de inteligencia artificial, pero es seguramente la revolución tecnológica más transformativa de los últimos 50 años, probablemente incluso más que los ordenadores e Internet”, dijo Lisa Su, consejera delegada de la compañía Advanced Micro Devices (AMD), durante un evento al que fue invitado EL PAÍS a principios de diciembre.
El lanzamiento es uno de los más importantes en las cinco décadas de historia de la compañía, cuyos procesadores con inteligencia artificial ya están siendo utilizados por las empresas y los investigadores más relevantes del sector para fabricar ordenadores con IA integrada, entre ellas Microsoft, Open AI y Meta. El vicepresidente y mánager general de AMD, Jason Banta (Lubbock, EE UU, 44 años), ha conversado con EL PAÍS al término del evento sobre las posibilidades de esta tecnología, que asegura estar avanzando a ritmos “vertiginosos y emocionantes”.
Pregunta. ¿Cómo es posible que algo de lo que nadie hablaba hace cinco años se haya convertido en el tema más importante del momento?
Respuesta. Uno de los aspectos más transformadores han sido los modelos de lenguaje de gran escala. Han estado evolucionando bastante rápido desde 2017, y realmente ganaron impulso cuando mucha gente vio su belleza deslumbrante y todo lo que pueden hacer. Eso creó mucho interés adicional, ya sea en chatbots u otras aplicaciones de inteligencia artificial generativa. Y probablemente ha sido el desarrollo más rápido de una nueva tecnología que hemos visto desde en industria, convirtiéndose en una herramienta transformadora en la nube, en la PC y en otros dispositivos.
P. ¿Qué supone tener la inteligencia artificial directamente integrada a los ordenadores?
R. Que los ordenadores sean más personales, que sean capaces de entender mejor cómo cada usuario quiere interactuar. Si antes éramos nosotros los que teníamos que aprender a utilizarlos, en el futuro los ordenadores con inteligencia artificial serán capaces de anticipar nuestras exigencias. Esto permitirá nuevas experiencias de audio y video, facilitando la generación de contenido creativo, un proceso que puede ser desafiante en un ordenador tradicional. Los dispositivos con IA integrada se encargarán de eso y lo manejará todo por los usuarios. Pero también harán que los ordenadores sean más seguros, al ser capaces de detectar y manejar amenazas.
P. A nivel práctico, ¿qué es lo que ya se puede hacer?
R. Hoy, la gran parte de las aplicaciones más importantes que vemos son colaboraciones con diferentes herramientas. Si usas Zoom o Teams, existen muchos campos donde se utiliza la IA, como en la mejora de la imagen. Y lo que se puede lograr es que esto ocurra con un mayor rendimiento de la batería. Otro campo es la creación de contenido o aplicaciones, en los campos de edición de audio y vídeo: este es un sector que va a seguir creciendo. Sin embargo, todavía es muy temprano para poder ver el potencial completo de esta tecnología aplicada en los ordenadores personales. La mayoría de los avances los veremos en el futuro cercano.
P. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que todos tengan un ordenador con IA?
R. Creo que veremos más de eso en algún momento de 2024, aunque para una gran inflexión tendremos que esperar hasta 2025. Primero tendremos que dar un gran paso para avanzar en esta dirección, y luego crecerá a partir de ahí. Pero vamos a empezar a ver una adopción mucho más fuerte ya en los próximos meses, hasta que realmente en los próximos dos años el portátil con IA comenzará a afianzarse.
P. ¿La potencia de los ordenadores actuales es suficiente para desarrollar la IA adecuadamente?
R. Gran parte del desarrollo y entrenamiento de los modelos de IA todavía se está realizando en la nube. Pero, en los próximos años, espero ver que el entrenamiento de modelos más pequeños se ejecute en tiempo real en los ordenadores. Así, mientras estés interactuando con una aplicación, podrás entrenarla en tiempo real para que ajuste su forma de interactuar contigo.
P. ¿En qué campos se esperan los cambios más radicales?
R. Tanto en los móviles como en los portátiles, los desafíos son similares: adaptar modelos de IA para que funcionen eficientemente en estos dispositivos. Estamos empezando a ver avances en este aspecto. Muchos de los teléfonos que están saliendo hoy en día ya tienen integrada la inteligencia artificial, pero es necesario que se puedan usar sin tener que cargarlos seis o siete veces al día.
P. ¿Cuáles son los límites actuales de esta tecnología?
R. El mayor de nuestros retos es reducir esta tecnología y lograr que se ejecuten de manera eficiente en los ordenadores portátiles. Algo de esto comienza a emerger. Acabamos de lanzar un paquete de software que permite la llamada cuantificación: básicamente, hacer que esos modelos grandes sean más pequeños para que puedan ejecutarse de manera eficiente en los portátiles. Mantenerse dentro de la memoria de un portátil, ejecutarse de manera eficiente y no dañar la vida útil de una batería. Ese es el desafío con el que tenemos que lidiar como industria, y estamos poniendo las herramientas en su lugar para que eso pueda suceder.
P. Los países asiáticos dominan la cadena de suministro de semiconductores. ¿Podemos esperar que Europa y Estados Unidos mejoren su producción?
R. Nuestro objetivo es que haya un ecosistema de semiconductores geográficamente diverso, creemos que esto es positivo para la industria en general. Estamos colaborando con gobiernos y socios de la cadena de suministro para fomentar que esto suceda. Es algo que estamos viendo evolucionar con el tiempo, pero creemos que es importante no depender demasiado de una sola geografía para el suministro de semiconductores.
P. ¿Se está desarrollando la IA teniendo en cuenta el impacto ambiental?
R. Tenemos muy en cuenta la perspectiva ecológica, está al frente de nuestros enfoques a la hora de pensar en el desarrollo de estas tecnologías. También es verdad que algunas de las cosas que permite hacer un ordenador con IA integrada, comparado con un portátil normal, es ahorrar carga de trabajo y tiempo, lo que comporta eficiencia real a larga escala. Estamos trabajando en formas para optimizar el consumo de energía, y estas son implicaciones muy reales que tomamos en consideración en cada etapa de nuestro desarrollo.
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