La gobernadora republicana de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, ha socavado el discurso del Estado de la Unión del presidente Joe Biden, destinado a «despertar las fantasías» y separado de la corriente principal de Estados Unidos.
“La mayoría de los estadounidenses solo quiere vivir sus vidas en libertad y paz, pero estamos bajo ataque en una guerra cultural izquierdista que no comenzamos y nunca quisimos pelear”, dijo Sanders, quien es responsable de dar la respuesta del Partido Republicano. en extractos preparados publicados antes del discurso del presidente.
El evento del martes marcó el rápido ascenso de Sanders, quien prestó juramento por primera vez hace solo unas semanas. Sin embargo, está lejos de ser una neófita política, ya que su padre ocupó el mismo cargo que ella ahora ocupa de 1996 a 2007 y Sanders se desempeñó anteriormente como secretaria de prensa de Trump en la Casa Blanca. Ella también representa una nueva clase de republicanos que están tratando de unir el trumpismo con partes más tradicionales de la ortodoxia republicana.
En uno de sus primeros actos como gobernador, Sanders llamó la atención nacional sobre una directiva que prohibía el término Latinx en todo el gobierno de Arkansas. En su respuesta del martes, Sanders también abordó temas de guerra cultural que animaron a los conservadores en los años de Biden, criticando a los “ídolos falsos” de izquierda y otros sacos de boxeo conservadores.
» No es normal. Es una locura y está mal”, dijo.
Huckabee también golpeó al presidente por su manejo de la economía y el manejo de la política de inmigración por parte de la administración Biden.
Estas andanadas no están muy alejadas de la representación de Biden y sus compañeros demócratas presentada por su exjefe, el expresidente Donald Trump, que subraya la impresión duradera que dejó en el Partido Republicano, aunque con las andanadas más afiladas del expresidente afeitado.
Trump, el único aspirante republicano declarado a la Casa Blanca, emitió su propia respuesta breve al discurso de Biden en el que pintó un panorama sombrío del país y acusó al presidente de permitir que los inmigrantes ilegales «invadieran» el país y dejaran pasar la droga. contrabando de los cárteles. drogas a través de la frontera.
Trump también señaló la inflación, el aumento de las tasas de homicidios y dijo que la administración de Biden está “tratando de adoctrinar y mutilar a nuestros hijos”, una referencia a los problemas de orientación sexual e identidad de género que han animado al partido.
Por el contrario, Sanders se hizo eco de esos mismos temas, sin el mismo nivel de rencor y de una manera que los republicanos a veces han buscado con la esperanza de moldear la agenda del expresidente en una coalición duradera. Al principio de sus comentarios, hizo referencia a su diagnóstico y tratamiento para el cáncer de tiroides, así como a la experiencia de su madre con otra forma de cáncer, antes de pasar rápidamente a condenar a Biden.
“La línea divisoria en Estados Unidos ya no es derecha o izquierda; la elección es normal o loca”, dijo.
Sanders también se burló del próximo lanzamiento de un plan educativo para Arkansas que, según dijo, aumentaría, si se aprueba, los salarios de los maestros, ampliaría las opciones de los padres y mejoraría la alfabetización de los niños.
El discurso de Sanders contrasta con el tono que dejó su antecesor, el republicano Asa Hutchinson, una presencia habitual en Washington el domingo muestra que en el pasado ha condenado parte de la retórica de Trump, sus políticas más controvertidas, mientras sus compañeros exgobernadores legisladores en Arkansas.
Hutchinson ha coqueteado en ocasiones con una carrera presidencial como una alternativa conservadora a Trump, mientras que Sanders ha sofocado las especulaciones de que aspira a un puesto más alto.
“Espero servir como gobernadora de Arkansas durante ocho años si la gente de Arkansas me otorga este privilegio y esta oportunidad”, dijo en “Fox News Sunday” esta semana.
Meridith McGraw contribuyó a este informe.