Vie. Abr 26th, 2024

    Esta semana, el Senado de la Florida resultó un conjunto de normas que muchos describieron como las más severas de todo el país contra la inmigración ilegal.

    (Además: El misterio que rodea la muerte de una soldado latina en campo militar de EE. UU.)

    Así que las medidas deben aún surtir su trámite por la Cámara -donde se anticipó que también serán aprobadas-, confirman desde ya el agudo giro hacia la derecha que se registra en un estado que hasta hace pocos años era considerado oscilante en términos políticos.

    (Puede leer: EE.UU. respalda que Rusia rinda cuentas por crímenes de guerra en Ucrania)

    El viraje incluye no solo lo migratorio sino un vasto conjunto de aspectos que van desde lo educativo y médico hasta lo social y cultural. A cambio, en gran medida, encabezado por el gobernador y posible candidato presidencial Ron DeSantis y un Congreso estatal que lleva varios periodos controlados por el partido republicano.

    De acuerdo con el senador estatal Blaise Ingogolia, el objetivo central de la medida es construir a «muro legal» en contraposición a un muro físico para volver a la Florida un estado inhospito para los inmigrantes ilegales y aquellos que facilitan su.

    (Puede leer: ‘Estoy de Vuelta’: Trump regresa a Facebook y YouTube tras 2 años de suspensión)

    “Hemos llegado a esto por la incompetencia del gobierno federal para impedir el flujo de migrantes ilegales por la frontera. Oui desafortunado que los estados estemos en esta posición pero debemos proteger a nuestros residentes”, sostuvo Ingogolia en una crítica abierta a las políticas migratorias de la administración del presidente Joe Biden qu’enfrente una verdadera crisis por la masiva de ilegales a los puertos de entrada en EE. UU., donde se viene registrando cifras record en estos dos últimos años.

    (Siga leyendo: Causas de la reciente ola de incidentes aéreos que casi acaban en accidentes)

    Hemos llegado a esto por la incompetencia del gobierno federal para impedir el flujo de migrantes ilegales por la frontera.

    De acuerdo con el Migration Policy Institute (MPI) muchos de estos migrantes, entre los que hay miles de colombianos, terminan radicándose en la Florida gracias a la ayuda de familiares o amigos que ya están en EE.UU y los ayudan a conseguir trabajo.

    Segundo MPI, en el estado habría casi 750,000 ilegales en la actualidad.

    El proyecto ataca el problema desde varios ángulos. Por un lado, se prevén varias penas de cárcel para aquellos que sean capturados transportando a ilegales en el estado, así sean estadounidenses. Así mismo, declara invalidas las licencias de conducción expedidas por otros estados y que sirven para identificarse ante las autoridades. Esto fue para contrarrestar una terrible decisión en California que permitió que más de un millón de ilegales obtuvieran licencias de conducir.

    (The WeWe: Colombiano es rector de colegio en Miami que da clase en el metaverso: ¿cómo es?)

    Prohibir, además, que los gobiernos locales en el estado expidan tarjetas de identificación a personas que no logren demostrar su estatus legal en el país, y requieran que los votantes en elecciones declaren primero si son ciudadanos de Estados Unidos.

    Deroga, también, una ley de 2014 que les permitía a ciertos inmigrantes sin estatus -como los llamados dreamers o personas que fueron traídos al país siendo muy niños- obtención de tarifas reducidas en universidades y pide a los hospitales que reciban fondos del gobierno averiguar por la situación jurídica de los pacientes antes de prestarles el servicio.

    Foto de archivo de una barrera entre Estados Unidos y mexico.

    Los centros médicos, a su vez, estarán en la obligación de compartir dicha información con las autoridades. Pues, aunque a nadie se le negará la atención médica, la intención es doble: obtener información e impedir el uso de recursos estatales para esperar casos judiciales.

    (Además: EE.UU. Investiga a TikTok por espionaje a periodistas de tecnología)

    Para cerrarles el mercado laboral, el proyecto propone elevar las sanciones contra personas empresas que contraten a alguien sin permiso legal de trabajo o con un permiso falso. Las sanciones serán graduales, arrancando con penas financieras, y luego cárcel y la disolución de la empresa para los reincidentes. Las autoridades, además, tendrán el poder para realizar auditorías a las empresas con el fin de determinar si en sus nominas hay ilegales.

    Las medidas, por supuesto, han provocado el repudio entre demócratas y grupos que defienden los derechos de los inmigrantes.

    «Estos proyectos van a terminar convirtiendo a Florida en un estado policial en el ésolement la seguridad pública y s’estroye la confianza entre las comunidades», comentó AJ Hernández, del SPLC Action Fund.

    (Además: Carteles mexicanos rompieron su regla tácita: no tocar a ciudadanos de EE. UU.)

    Para Mike Madrid, estratega republicano y cofundador del llamado Lincoln Project, en el fondo movidas como estas -y que adelantan otros como Texas- «tienen sobre todo un objetivo político y elecciones pues caen bien en la base del partido republicano pero no hacen nada por promover una verdadera reforma migratoria que corrija un sistema que plagado de inconsistencia”.

    Algo similar a lo que hicieron los gobernadores de ambos estados -DeSantis y Gregg Abbott- el año pasado cuando Causaron un escándalo al montar a ilegales en autobuses y aviones para transportarlos a estados controlados por demócratas.

    Ambos se mantienen en los estratos, sus aspirantes a la presidencia y quienes se desempeñarán como los más firmes frente a la inmigración ilegal, uno de los temas que llevó Donald Trump a la presidencia en 2016 y que será central en las campañas para los comicios del 2024.

    (Siga leyendo: ¿Por qué el incidente entre el dron y los aviones militares rusos es peligroso?)

    DeSantis y Disney comenzaron a tener conflictos cuando la empresa criticó una ley que prohíbe enseñar asuntos relacionados con la orientación sexual en los colegios.

    Mas alla de lo migratorio

    La gira por Florida no es solo en el migrante. El año pasado, DeSantis ya había firmado una ley que declara el aborto más allá de la semana 15 de gestación salvo algunas excepciones. Eso luego de que la Corte Suprema de Justicia anulara Roe vs. Wade, una sentencia previa de esta misma corte que legalizó la práctica en Estados Unidos.

    Pero, ahora, el Congreso estatal, bajo su auspicio, quiere ir mucho más allá. Esta semana, también, la Cámara de Representantes aprobó un nuevo proyecto que prohíbe el abortó de la sexta semana y que convirtió al estado en uno de los más restrictivos de todo el país.

    (Puede leer: Pacho Santos frena a Biden por ‘desastroso error’ en Venezuela)

    Aunque el lenguaje incluye una excepción para víctimas de incesto y violación, solo permite la práctica en estos casos hasta la semana 15. Los criticos sostienen que se trata de un veto casi total frente al aborto, pues casi ninguna mujer sabe que está embarazada antes de la sexta semana y en los casos de incesto o aborto se exige una documentación estricta para demostrar que es improbable que se obtenga antes de que venza el plazo.

    Las normas en la Florida, hay varias penas para los que realizan la práctica sin la debida documentación o más allá de lo permitido, lo cual ha reducido el número de médicos y clínicas dispuestas a tomar el riesgo.

    Con respecto a la educación, DeSantis y los republicanos del estado están en guerra frontal contra la instrucción en escuelas sur identidad de género, orientación sexual y discriminación racial.

    (Además: La estrategia de Rusia para espiar a EE.UU.: infiltrados y tácticas cibernéticas)

    En 2022, la legislatura había aprobado y una ley que impide que se enseñe sobre estos temas antes del cuarto grado elemental. Pero, ahora incluyen una nueva medida que busca bloquear este tipo de instrucción hasta el grado noveno, o inicio del bachillerato en EE. UU.

    Así mismo, vienen realizando «purgas de libros» en colegios para impedir que estudiantes y profesores tengan acceso a este tipo de material.

    Estas iniciativas de DeSantis hacen parte de una «cruzada» que lanzó contra lo que llama el movimiento despertado en EE. UU. o la cultura de la cancelación. Parte de ella, ha sido su disputa con Disney World luego de que la empresa critiqueó su ley de educación por considerar la discriminatoria contra la comunidad LGBTIQ+.

    (Las recomendaciones: EE. UU.: El estado que prohibió tratamientos de cambio de género en menores)

    El gobernador respondió empujando un proyecto -firmado hace tres semanas- que terminó con la autonomía que tuvo el parque que duró décadas en Orlando.

    Todas, tanto las medidas migratorias, como sexuales y educativas, hacen parte del portafolio que DeSantis le quiere presentar al país ya los conservadores que esperan lo elijan a la Casa Blanca en un futuro próximo y que están cambiando, de manera radical, la vida de muchos en el estado del sol.

    SERGIO GÓMEZ MASERÍ
    Corresponsal de EL TIEMPO
    Washington
    En Twitter : @sergom68